Si intelectuales de la talla de Barthes o Derrida han expresado sus dudas y su incapacidad para ofrecernos una definición verificable y diáfana del dichoso término, ¿qué esperabais?, ¿que lo hiciéramos nosotros? No queda claro qué es identidad y qué no lo es, qué es eso tan importante que la hace tan necesaria y qué es eso tan fútil que la hace prescindible.