GONG! es una publicación monográfica trimestral. Cada número está dedicado en exclusiva a un artista, al que se le dan 48 páginas más las cubiertas para hacer lo que le dé la gana, con el mínimo de injerencia por parte de Terranova. En una separata del mismo formato y en una sola tinta, se incluye una entrevista exhaustiva donde se repasa la trayectoria del artista y las motivaciones que le han llevado a hacer lo que ha hecho en las páginas de la revista. La cabecera de la revista, que va en la separata, cambia en cada número y está diseñada por el mismo artista.
Este es el segundo número, editado en primavera de 2015 y dedicado a la estilista y fotógrafa ocasional Rosa Codina. Rosa decidió dedicar la publicación a su hija y lo que la rodea, en un proyecto que tituló Autour de Alia y con el que prefirió basar el componente monográfico en el motivo más que en la temporalidad o la técnica.
La publicación cubre varios años, desde la infancia a la adolescencia de Alia, repasando a la vez de manera sutil la relación de Rosa con la fotografía mediante la combinación de imágenes creadas con muchas de las cámaras analógicas y digitales que ha utilizado a lo largo del tiempo. La narración editorial, decidida por la propia autora en una meditación llevada a cabo durante meses, apuesta por un discurso instintivo y abstracto, basado en percepciones rítmicas y cromáticas.
La entrevista de este número fue realizada por el dramaturgo Roger Bernat y el retrato lo tomó Daniel Riera, ambos amigos cercanos de Rosa.
Esta es la introducción que hace Roger Bernat de Rosa Codina:
Si algo comparten el mundo de la moda, la infancia y el lumpenproletariado es la cantidad de horas de aburrimiento que hay que sufrir y que acaban convirtiéndose en una forma de vida, sazonada de drogas, azúcar y melancolía.
Rosa Codina, estilista primero y fotógrafa después, transpone la mirada del fotógrafo de moda a esos otros mundos, la infancia, la pobreza, en los que la languidez de la modelo se convierte en una forma de resistencia. Frente a nuestro mundo que exige acción y resultados, la fotografía de Rosa Codina devuelve instantáneas en las que sus protagonistas, personas o paisajes, parecen haber quedado en suspenso, ajenos a la realidad, desconectados.
No es casualidad que en esta selección de fotografías que recoge la vida de Alia y su entorno, uno de los temas recurrentes sea el silencio. Frente a aquel que te pregunta, frente aquel que te fotografía, la mayor de las resistencias es no responder, no posar. Ahí radica la fuerza de la fotografía de Rosa Codina, es capaz de hacer preguntas sin esperar respuesta.